Ser capaces de adaptarse a los nuevos escenarios es vital para la supervivencia de las empresas y, en ello, más allá de ofrecer un buen producto o servicio, o de contar con un auténtico líder, los empleados desempeñan un papel crucial. No en vano, entre las principales preocupaciones de los líderes empresariales se encuentran las relacionadas con la gestión de las personas.
Desde InnoQuotient recopilamos, en este artículo, siete preocupaciones de los directivos y responsables de los departamentos de Recursos Humanos de las empresas relacionadas con los empleados y que implantando una buena cultura de la innovación tienen solución:
Compromiso
El compromiso va mucho más allá de “calentar las sillas”. Incluye un vínculo emocional, por lo que incorpora los aspectos fundamentales para la innovación: la curiosidad, la imaginación, la creatividad y la experimentación. Todas ellas con un gran porcentaje de emocionalidad.
Motivación
Otra de las preocupaciones de los empresarios respecto a sus empleados es la motivación, entendida como la actitud positiva ante los retos profesionales. La motivación es el “motivo para la acción”, por lo que requiere que seamos conscientes del ¿para qué hacemos lo que hacemos?, así como del impacto que tiene en 360º+1, siendo ese “uno” cada empleado. En este aspecto, la principal función de los líderes consiste en no desmotivar.
Absentismo
El absentismo, en muchas ocasiones, es la consecuencia de la ausencia de los dos puntos anteriores. Sin compromiso y sin motivación es fácil caer en la atención, no solo de no cumplir con el trabajo, sino incluso de no acudir al mismo.
Rotación
Dentro de la rotación, la que más preocupa a los directivos de una empresa es la no deseada, es decir, la rotación de personas que tenemos identificadas por sus habilidades hard (las de carácter técnico) y soft (llamadas habilidades blandas, que son las que tienen que ver con los rasgos personales de cada uno) y, por tanto, determinan su proyección futura en la organización. Las principales razones de la rotación suelen estar en la parte soft, ya que las habilidades hard se pueden adquirir o subcontratar, pero “la estupidez es incurable”.
Productividad
Cuando hablamos de calidad nos referimos no solo a la capacidad de generar una cantidad superior de output con una determinada cantidad de input (por ejemplo, el número de asientos contables por hora), sino que tiene que ver también con la capacidad de aprender.
Calidad
A los líderes de cualquier organización les preocupa la calidad que se percibe en sus productos o servicios. Pero la calidad no es solo la consecuencia de una determinada norma (ISO), sino de la actitud de las personas. Por ello, la mejora continua es una actividad de personas con los dos primeros puntos (compromiso y motivación) absolutamente activos y que no supongan un problema en los dos siguientes (absentismo y rotación).
Excelencia
Nos referimos a la excelencia en todos los ámbitos: operativa, relacional, de productos y servicios, de procesos y de experiencias. Los manuales y procedimientos ayudan, pero la excelencia se logra con personas emocionadas. No es posible alcanzar la excelencia sin emociones.
A estas siete, podemos añadir la preocupación por el futuro, una constante en la mente de los directivos de las organizaciones. ¿Cómo será el futuro de una empresa o institución que tenga en cuenta las siete preocupaciones anteriores?
La cultura de la innovación centrada en las personas que la forman es la mejor forma de fomentar el compromiso y la motivación de los empleados, combatir el absentismo y la rotación y, como consecuencia, mejorar la productividad, calidad y excelencia. Y el primer paso para todo ello es medir la cultura de la innovación de tu organización a través de una herramienta de diagnóstico, como InnoQuotient, que te permita la transformación necesaria para crear una cultura de la innovación fuerte.
